Desde hace rato se ha dicho que la forma de hacer publicidad, marketing, promoción o simples comunicados políticos cambió. Pero muchos siguen sin querer entender, ni adaptarse.

Hace 11 años, cuando comencé a desarrollar estrategias para posicionar marcas en redes sociales, muchas personas no creían en estas plataformas. El tiempo mostró que no solo las grandes marcas, ni en los países de primer mundo fue donde funcionaron. Ahora podemos ver como los ciudadanos han logrado ponerse de acuerdo para un fin común y generar cambios en sus comunidades e incluso en sus países, en varias partes del mundo.

En México y en Sonora, hay muchos hogares de escasos recursos donde es más fácil encontrar un celular con acceso a redes sociales que un buen servicio de drenaje… y de pavimentación, ni hablemos.

Los políticos fueron de los primeros en creer y apostar en el poder de las redes sociales, la posibilidad de comunicarse directamente con sus posibles votantes, sin tener de intermediario a un líder de colonia, simplemente les fascinó. Y como su rendimiento y ventas las evalúan en cada elección, tuvieron la paciencia para esperar a esos resultados. Muy diferente a la iniciativa privada, que quiere ventas en las primeras 24 horas que contrata a un nuevo estratega.

¿Qué ha pasado desde entonces? ¿A qué perfiles les ha funcionado este tipo de plataformas? En un principio, a los que se supieron comunicar, trabajar base de datos, estar en varias redes sociales y sobre todo, crear un engagement real con los ciudadanos del área de interés. Los que lograron pasar su trabajo de redes sociales a tierra, como le dicen, o al revés.

Ahora la situación pide mucho más. Aunque la gente ya sabe que si eres un alto funcionario, muy probablemente tienes un equipo de redes o al menos una persona que te apoya; esperan de ti que estés informado, que seas una persona abierta, que leas y escuches, que tu trabajo se note en su casa, en las leyes creadas o actualizadas, que tus causas sean reales y que lo que prometas, lo cumplas.

Basta con echar un ojo en redes para ver como ahora son muchas más personas las que están alertas de los presupuestos, de lo que se trabaja en los Congresos, del desempeño que tienen los funcionarios y de cómo atienden las problemáticas de sus regiones.

Pero hay algo mucho más importante que quiere la gente, QUIERE QUE SEAS REAL, que seas congruente con lo que dices en un acto público o en una colonia, con lo que publicas y compartes en redes, con tu trabajo y con tu vida diaria.

Cada día tienen más despierto ese feeling para detectar a un político fake. Lo han visto tanto, que han aprendido a recibirte con besos y abrazos cuando llevas alguna obra o beneficio a la colonia, pero a votar en tu contra cuando lo creen necesario. 

Han aprendido a creer en lo que sienten y si no te sienten real, ellos no tienen porque ser reales contigo. Han aprendido por ejemplo y repetición, a ser un seguidor fake.

Pagar por llegar a más gente en redes sociales facilita el trabajo de llegar a más personas, sobre todo cuando inicias tarde en una plataforma o se acercan elecciones y tu número de seguidores no es cercano a la lista nominal.

Pero tienes que tener claro que esa gente te está dando seguir solamente. Ganarse su interacción con tu cuenta, podrías compararlo con cada vez que pides permiso en USA para estar algunas millas adentro del territorio. Cuando ellos gusten, te lo pueden negar.

Ellos te van a ir viendo en el día a día, van a conocer tu trabajo, van a querer saber tus opiniones sobre los temas que más les interesan, pero en el momento que sientan que todo eso que ven es una falsa identidad tuya, todo se va a desmoronar.

En el momento que una publicación tuya, no coincida con un voto tuyo por una ley, que se enteren por prensa o imágenes viralizadas en redes, que no eres autentico, que dices una cosa pero haces lo contrario, que no los favoreces ni piensas en ellos y solo esperas el voto. Ellos también solo van a esperar tu apoyo de cada mes y van a votar por otra opción.

Ya pasó, les pasó a muchos en las últimas elecciones, y siguen creyendo que todo fue por AMLO. No fue por una sola persona, fue por la suma de acciones de todos los involucrados de todos los partidos.

Hace un par de días, Twitter anunció que los anuncios políticos ya no tendrán espacio en su plataforma. Que quien realmente tuviera influencia y mereciera un retuit o fav en sus tuits, serían ganados orgánicamente. Muy diferente postura a la de Facebook (Instagram y Whatsapp).

La decisión de cómo llegarle al electorado la tienes tú siempre, o al menos así debería ser. Pero piensa que entre más real seas, todo será más verdadero, estarás más conectado con las causas y con la gente que las apoya. Entre más fake seas, más seguidores falsos vas a obtener.

Gloria Leticia Padilla. 

P.D. Esto también aplica a figuras públicas y marcas comerciales. Historias reales de los tres tipos, abundan en google.

Ilustración de: Cóctel Demente